Me rompe las bolas que no pueda salirme todo bien. Dios, una vez te lo pido. Viene todo bien, todo bárbaro, soy más que feliz, y se caga todo. Y para peor, vos echás tus frustraciones en mí mamá. Y si te dieras cuenta que me frustra más a vos que a mí, soy yo la que sufre. ¿Entendés?. Y sacarte y decirme de todo no te va a hacer sentir mejor, ni mucho menos a mí. O sea, el día en que aprendas a moderarte vamos a estar todos bien. Pero mientras, vos seguí eh, que no me duele un carajo todo lo que decís. Y si yo me defiendo es por tu ataque, porque a mí no me enseñaron a dejarme bardiar y pasar por encima. Antes de decir las cosas, pensá lo que vas a decir. Tres veces deberías vos, porque con dos no sirve. Lo peor del asunto es que me da miedo terminar como vos. ¿Sabés?, no está bien lo que hacés. Me chupa un huevo todo. Así que si te es feliz, vos estás en donde no sé que mierda, seguro con el pelotudo ese, y yo acá escribiendo esta mierda en mi blog. No sabés la emoción que le pusiste a mi día. Me lo alegraste, gracias eh, genia.