1.11.11

Los pensamientos tienen vida por sí solos. Están ahí para torturarnos, para reflejar nuestros miedos, para recordarnos el dolor, para hacernos revivir la herida... y realmente no creo que podamos controlarlos. Viven en nosotros, en nuestra cabeza pero son algo aparte de nosotros, algo que nos lastima. Y se supone que debemos controlarlos, que podemos, que reflejan parcialmente lo que sentimos, pero no siempre es así, no siempre queremos recordar las cosas o dejarnos llevar por el momento y empezar a alucinar cosas que no son.
Te recuerdan que no eras feliz, que todo dolía, que todo era distinto... pero ahora ya no, ahora las cosas están bien, nunca perfectas pero bien, sos feliz. Igual siempre hay algo que nos atormenta, que no nos permite avanzar. Nada, pensamientos mañaneros. Au revoir.