3.9.10

A veces me pregunto si realmente no te das cuenta de lo imbécil que sos. No te das cuenta que nunca pido mucho, pero una vez que lo hago (encima que no pedí demasiado) vos te tomaste el palo y te hiciste el gil. Y me da por las bolas ¿sabés? Porque creo que nunca necesité a nadie como te necesité a vos en estos días. Nunca. No quería un abrazo corriente, quería un abrazo tuyo y que me dijeras que todo iba a estar bien. Sólo eso. Te necesitaba, te necesito aunque no quiera admitirlo. Pero no merecés que yo lo haga, porque no te importo, porque no sos un buen amigo, ni sos una buena persona. Te cagaste en mí y en mi dolor, en mis sentimientos. Lo hacés hace más de dos años, y yo estoy H-A-R-T-A. Lograste una bronca inimaginable. No es bronca en realidad, es dolor. Un dolor profundo. Pensé que por lo menos un poco te importaba... pero me equivoqué. Me equivoqué al pensar que eras distinto, que todo iba a cambiar.

I'm not a princess, this ain't a fairytale.