16.6.10

Stress. Sí, es la palabra correcta. Me estresa, me cansa, me tiene harta todo. No puedo más, de ir de acá para allá, de carburarme la cabeza pensando que todo para lo que estoy esforzándome me va a salir mal. Porque no son mis 15, son los de mi familia entera, son para ellos también, y no quiero decepcionarlos. No quiero. No puedo hacerlo. No voy a fallar, pero ¿y si no lo disfruto? ¿y si me siento mal, me veo fea ese día?. Sé que debe ser lo más normal sentirse así antes de la fiesta, pero la puta madre, como odio este sentimiento. Odio que no me guste nada, que nada me convenza, que me guste pero no. Es cansador. "Tu única preocupación es el colegio". No vieja, vos pensás que es así, pero no. Vos sabés mis otros problemas, y los pasás a segundo plano. Porque vos también podés tener miedo con esto, pero la que tiene que ponerle la cara al asunto soy yo. Y por si fuera poco tener esto que me tiene las bolas hasta el cuello también tengo mi mismo problema de siempre. Ah, por segunda vez en años pasaste a segundo plano. Vos bancá un par de días nomás que seguro aparecés para volver al primero y hacer que todo ésto no tenga sentido, que te vuelvas a volver [horrible suena] el centro de mi vida. Bueno, una sola me saca 20 cosas de la cabeza, mejor.