12.6.10

Me duele el alma, me duele el alma de amarte así como te amo, me duele el alma de extrañarte, me duele el alma de necesitarte. Quisiera poder sacarte de mi vida, pero no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, y vos tampoco podés.

Que no venga porque no respondo de mí, no le voy a poder decir que no, no sé que voy a hacer.

Estás sintiendo lo mismo que yo.

No aprendo más yo. No entiendo, igual no entiendo como algo tan lindo como el amor, algo que tiene que disfrutar, que ser feliz, que poder aprovechar termina siendo tan doloroso.

¿Cómo le vas a robar el amor si el amor no tiene dueño?.

Tenés que dejarlo ir.

Yo juré amar eternamente.

Todo lo que me pasa me pasa con vos.

Son solo p-a-l-a-b-r-a-s.


Siento que estoy cayendo, cayendo, cayendo y cayendo y vos me podés rescatar de todo esto.



Nuestro amor es verdadero y yo te amo más que a nadie en esta vida, más que a nadie. Pero yo sé que todo esto no tiene sentido, no tiene sentido porque no se trata de hablar, no se trata de decir las cosas, se trata de sentir, se trata de sentir...

¿Sabés cuál es la diferencia entre vos y yo?. Que vos jugás todo el tiempo, que para vos es un juego.

Yo nunca me sentí así en mi vida.

Siento que me estoy perdiendo.

¿Qué vamos a hacer después con todo este amor? ¿Cómo vamos a hacer para que siga latiendo, para que no se nos muera de tristeza?

¿Qué querés que te reconozca, que tuve miedo?. Muy bien, sí, tuve miedo de que te pasara algo. ¿Qué más querés que te diga? ¿Que te quiero?. Sí, te quiero, te quiero como nunca quise a ninguna mujer.

Te encanta pensar mal de mí.

Hasta mis sentimientos más guardados te los confesé, te dije todo lo que siento, todo lo que me pasa.

Yo te dije todo lo que siento, y quiero que vos me digas lo que sentís por mí, me guste o no.

-Te pedí sinceridad, y vos te querés ir.

-Bueno, ¿qué querés que te diga?

-Lo que vos y yo sabemos.



-A vos te llevo en el corazón, a vos te amo y yo sé que vos me amás a mí.
-No, no es verdad.
-No lo niegues.
-Me estabas hablando desde tu corazón, y tu corazón no miente, por favor, decime que me amás. Por favor.

- Sí. Ya te lo dije. Permiso.

-No, ahora menos que nunca te voy a dejar ir.

¿Qué otra señal más que nuestros corazones palpitando necesitás?

-Vos calmate que yo te voy a esperar.
-Vos no sos de los que espera.
-A vos sí mi amor, te esperé toda la vida.
Son cosas fáciles de decir pero no de hacer.
Sos mi única certeza.


La que llegó para despertar mi corazón dormido.

Está escrito que seas feliz, que seamos felices.
Buscame en sus ojos.
Tenés que creer que nuestro amor nunca va a morir .