14.4.10

Nothing but Everything!

Dentro de su mente, analizó por qué su relación con Elizabeth había fallado más veces de las que se podían contar. Como el académico que no era, diseccionó las situaciones. Valoró cosas que debió haber dicho y cosas en las que no debieron encontrarlo. Con respecto al sexo, ¿por qué Elizabeth no podía entender que el simple hecho de apartarse ocasionalmente de su cama no significaba que no la amaba? El sexo era como un juego. Nunca la obligó a que fuera monógama, pero en su interior sabía que si alguna vez se enteraba que ella tiraba con alguien más le habría dolido. ¡Y mucho! Aún con ese pensamiento, él no podía confinarse a una sola mujer. Quería tener su pastel y comerlo. Había intentado ser abierto con ella, pero concluyó que ciertas cosas debían haber permanecido en secreto. El sexo era una adicción egoísta similar a la sensación que experimentaba en el escenario. Los públicos diferentes, como las compañeras diferentes, eran más desafiantes y le hacían trabajar más duro por la ovación. Tanto como a las drogas, era adicto al frenesí. Incluso con todo un imperio a su disposición, el dinero no podía comprarle amor, ni felicidad, ni paz mental. Ni siquiera a Elizabeth. Mirando rápidamente alrededor de la gran sala, se le antojó que un artista desencantado había absorbido la moderna elegancia del lugar. Ninguna de las posesiones que había allí, excepto unos pocos objetos, habían significado algo para Mayne. Nada de esta mierda era real. Estaba rodeado de los trofeos de un juego que ya no tenía ningún significado. Y estaba cansado de jugar.




Es increíble como se puede tener todo y no tener nada al mismo tiempo, como con algo tan simple como una canción Mayne perdió todo lo que amaba. Without you me cambió la forma de ver todo, entender en realidad, ser un alma torturada no cambia teniéndolo todo porque al final del día, cuando sos vos con vos mismo, nadie más, te das cuenta que en realidad, cambio la escenografía, pero no los actores, la mierda sigue ahí, la gente te puede amar y adorar y vos podés seguir sintiéndote tan inmensamente vacío porque no podés llenar lo que no tenés con lo que otros te dan, en realidad podés pero si vos realmente no podés lidiar con vos mismo, entonces no te podés ayudar, ni vos ni nadie. Seguir lidiando con algo así toda la vida debe ser horrible.