23.9.14

Que no ni somos príncipe azul ni princesa.
Que no soy rescatable, que entre mis palabras enmarañadas me encuentro.
Que no hay lucha o rescate que nos baste.
Que no sos espada ni yo estoy prisionera.
Ni somos bruja ni hechizero.
Mucho menos hay dragones o hadas madrinas.
Porque no somos nada. Somos todo.
En realidad, simplemente somos.
Y no somos cuento. Existimos.
Sólo que nos escribimos con un lápiz y un papel para sentirnos menos reales.