15.8.12

Saber que está lejos, que es intocable, que no te va a poder retar ni aconsejar si fuera necesario, que los días nunca van a ser iguales porque ella no va a estar en ellos. Que el olor de su piel no va a volver, ni su risa, ni su sonrisa, que los momentos juntas no se van a recuperar.
Son recuerdos, sólo recuerdos. Y duele. Saber que, aunque extrañes y desees con el alma, ella no va a poder venir a visitarte, aunque sea un rato, porque en el Cielo no permiten bajar a jugar a la Tierra, porque es sólo un ticket de ida. Necesitarla, extrañarla, pero tener la certeza de que algún día se van a volver a encontrar. Y que eso te reconforte.