Qué egoísta, y repito, qué egoísta me siento a veces, cuando me pongo a pensar. En vos, en mí, en todo. En que hacés lo que hacés porque sabés que es lo mejor para todos, y sin embargo, de vez en cuando, cuando a la luna, al insomnio y a los recuerdos se les da por molestarme, se me da por pensar sólo en mí. En el "¿por qué yo no?, si lo que teníamos (¿teníamos? ¿está bien conjugado? no importa) era tan..." ¿Tan? ¿Tan qué? Alguien ayúdeme a rellenar esa frase. No, no es especial. Es... Dios, sé que vos me entendés. Entonces, ya veo que olvidarme de todo esto no tiene que ser por lo que vos sientas o yo sienta, sino por lo que es mejor, como vos lo hiciste, dejaste lo que carajo sea que sentías por el bien de todos, por nuestro bien.