30.8.10

Ellos se miraron. Frenéticamente. Era indescriptible lo que sentían. Y aunque no se lo quisieran decir el uno al otro, el ambiente lo percibía. Todos lo percibían. Pero cuando se rozaban, se conectaban. Y cuando sus ojos se clavaron en los de él, en ese preciso momento, sintió como si sus espíritus se unieran y se convirtieran en uno, como si hubieran nacido para ser, para estar juntos. Ella lo sabía. Pensó en "para siempre" y todo lo que eso significaría. Unirse, atarse a alguien. Estaba tan dispuesta a hacerlo... pero el sueño se terminó, de repente todo desapareció, su cara se transformó, miró hacia atrás buscando paz y lo vio con otra mujer, tan tranquilo y feliz. Y así, se despertó, transpirada y agitada, con la locura oculta y suelta en sus ojos. Se sintió más fuerte que nunca, se sintió Katherine.